CAMINA PERO

CAMINA PERO
NUNCA DEJES DE CAMINAR.

sábado, 8 de agosto de 2015

Verano

Se despertó con la bruma de la resaca en la boca. Masculló algo ininteligible y se esforzó incorporándose en el filo de la cama que tenía más cerca.
Se levantó, izó la persiana y observó el deslumbrante mar de color turquesa y arena blanquecina.
Ante esa imagen sólo pudo sonreír mientras se acariciaba el mentón y bostezaba.
Bajó la persiana y se dirigió al baño. Se aseó levemente y cayó nuevamente en la cama.
Al despertar fue consciente del paso de muchas horas y de una sensación de ahogo insoportable.
Levantó de nuevo la persiana, esta vez más lentamente y comprobó el ruidoso tráfico y los sucesivos toques de claxón.
Se le había olvidado que la oposición que preparaba estaba en la ciudad esperando como cada mañana.