Una vez en casa, los primeros dias son de adaptación, más que las de un jugador inglés a la liga española.
Otra de las cosas que va uno aprendiendo son sus momentos de dormir. Por mucho que oigáis a los abuelos/as eso de "no le cojas, que se acostumbra a los brazos" os remito a lo que dice el pediatra Carlos González, un bebé de escasas semanas no sabe lo que son unos brazos pero si el confort y el calor que aportan los brazos de sus padres. De todos modos, creo que no pasa nada por dar cariño al bebé, más bien todo lo contrario.
Para hacer más fácil esa tarea hay unas estupendas mochilas portabebés. Son cómodas y te permiten mover los brazos, y el bebé se siente lo suficientemente recogido y cómodo como para dormise plácidamente. Pero en ocasiones hay pequeños inconvenientes...
Me puse al niño en la mochila, sobre todo para que su madre pudiera dormir y descansar. Pero una vez que se durmieron los dos, un proceso biológico natural me vino de repente. Ya sabéis lo que pasa con el café del desayuno. Cuando uno tiene que sacar la leña al patio con urgencia uno ve con mayor claridad pero en ese momento...no me pareció bien despertar a mi pareja dejándole al niño, ya que estaba descansando, por lo que...no tuve más remedio que ir al WC con él en la mochila. Ni se enteró, eso por las veces que yo tengo que ver su caca. Aunque pienso que es probable que me arrepienta y luego cuando tenga dos o tres años irá conmigo al baño privándome de toda intimidad.
Empezáis a distinguir sus lloros y lamentos. El grito de !!!!Nieeee!!! significa hambre. Pero hambre como cuando uno era adolescente y volvia a las 6 de la mañana y abría el frigorífico encontrando un resplandeciente y brillante filete de pollo empanado. Ese tipo de hambre que,tras ser saciada,te deja narcoleptico en la cama. Pues igual con los bebés.
Uno va asombrándose con las pequeñas cosas que hace una criatura de pocas semanas e intenta ponerle nombre.
Por ejemplo, al acto de comer de la teta y dormirse posteriormente sin más dilación lo denomino "comuerme".
Al acto de bostezar y tener hipo al mismo tiempo lo denomino "bostipo".
Igual que el hecho de bostezar y estar comiendo lo llamo "bostiendo".
Uno va asombrándose con las pequeñas cosas que hace una criatura de pocas semanas e intenta ponerle nombre.
Por ejemplo, al acto de comer de la teta y dormirse posteriormente sin más dilación lo denomino "comuerme".
Al acto de bostezar y tener hipo al mismo tiempo lo denomino "bostipo".
Igual que el hecho de bostezar y estar comiendo lo llamo "bostiendo".
Otra de las cosas que va uno aprendiendo son sus momentos de dormir. Por mucho que oigáis a los abuelos/as eso de "no le cojas, que se acostumbra a los brazos" os remito a lo que dice el pediatra Carlos González, un bebé de escasas semanas no sabe lo que son unos brazos pero si el confort y el calor que aportan los brazos de sus padres. De todos modos, creo que no pasa nada por dar cariño al bebé, más bien todo lo contrario.
Para hacer más fácil esa tarea hay unas estupendas mochilas portabebés. Son cómodas y te permiten mover los brazos, y el bebé se siente lo suficientemente recogido y cómodo como para dormise plácidamente. Pero en ocasiones hay pequeños inconvenientes...
Me puse al niño en la mochila, sobre todo para que su madre pudiera dormir y descansar. Pero una vez que se durmieron los dos, un proceso biológico natural me vino de repente. Ya sabéis lo que pasa con el café del desayuno. Cuando uno tiene que sacar la leña al patio con urgencia uno ve con mayor claridad pero en ese momento...no me pareció bien despertar a mi pareja dejándole al niño, ya que estaba descansando, por lo que...no tuve más remedio que ir al WC con él en la mochila. Ni se enteró, eso por las veces que yo tengo que ver su caca. Aunque pienso que es probable que me arrepienta y luego cuando tenga dos o tres años irá conmigo al baño privándome de toda intimidad.
Otro cambio brutal son las canciones que uno se inventa para dormirle. Las mías están adornadas de esos ecos que provienen de los estadios de fútbol. Por ejemplo "Este chiquitín,--- tiene que dormir".
O "Pezón, pezón, pezón, hemos venido a por la teta,el biberón nos da igual"
Y el cambio más brutal es el ritmillo que uno adquiere meciendo el carrito para que se duerman. Uno llega a provocar mini temblores lo suficientemente buenos como para que abrace a Morfeo. El problema es que ese ritmo se te queda en otras tareas cotidianas. Me sorprendí a mi mismo meciendo el carrito del supermercado ...y encima los tomates no se dormían.
En fin, tras estas primeras semanas es verdad que la vida cambia. Pero, sin duda alguna, A MEJOR.
Y el cambio más brutal es el ritmillo que uno adquiere meciendo el carrito para que se duerman. Uno llega a provocar mini temblores lo suficientemente buenos como para que abrace a Morfeo. El problema es que ese ritmo se te queda en otras tareas cotidianas. Me sorprendí a mi mismo meciendo el carrito del supermercado ...y encima los tomates no se dormían.
En fin, tras estas primeras semanas es verdad que la vida cambia. Pero, sin duda alguna, A MEJOR.