Se despertó con la bruma de la resaca en la boca. Masculló algo ininteligible y se esforzó incorporándose en el filo de la cama que tenía más cerca.
Se levantó, izó la persiana y observó el deslumbrante mar de color turquesa y arena blanquecina.
Ante esa imagen sólo pudo sonreír mientras se acariciaba el mentón y bostezaba.
Bajó la persiana y se dirigió al baño. Se aseó levemente y cayó nuevamente en la cama.
Al despertar fue consciente del paso de muchas horas y de una sensación de ahogo insoportable.
Levantó de nuevo la persiana, esta vez más lentamente y comprobó el ruidoso tráfico y los sucesivos toques de claxón.
Se le había olvidado que la oposición que preparaba estaba en la ciudad esperando como cada mañana.
CAMINA PERO
sábado, 8 de agosto de 2015
Verano
jueves, 19 de marzo de 2015
Manual de un padre novato. Miedos e inseguridades. Primeras semanas.
Una vez en casa, los primeros dias son de adaptación, más que las de un jugador inglés a la liga española.
Otra de las cosas que va uno aprendiendo son sus momentos de dormir. Por mucho que oigáis a los abuelos/as eso de "no le cojas, que se acostumbra a los brazos" os remito a lo que dice el pediatra Carlos González, un bebé de escasas semanas no sabe lo que son unos brazos pero si el confort y el calor que aportan los brazos de sus padres. De todos modos, creo que no pasa nada por dar cariño al bebé, más bien todo lo contrario.
Para hacer más fácil esa tarea hay unas estupendas mochilas portabebés. Son cómodas y te permiten mover los brazos, y el bebé se siente lo suficientemente recogido y cómodo como para dormise plácidamente. Pero en ocasiones hay pequeños inconvenientes...
Me puse al niño en la mochila, sobre todo para que su madre pudiera dormir y descansar. Pero una vez que se durmieron los dos, un proceso biológico natural me vino de repente. Ya sabéis lo que pasa con el café del desayuno. Cuando uno tiene que sacar la leña al patio con urgencia uno ve con mayor claridad pero en ese momento...no me pareció bien despertar a mi pareja dejándole al niño, ya que estaba descansando, por lo que...no tuve más remedio que ir al WC con él en la mochila. Ni se enteró, eso por las veces que yo tengo que ver su caca. Aunque pienso que es probable que me arrepienta y luego cuando tenga dos o tres años irá conmigo al baño privándome de toda intimidad.
Empezáis a distinguir sus lloros y lamentos. El grito de !!!!Nieeee!!! significa hambre. Pero hambre como cuando uno era adolescente y volvia a las 6 de la mañana y abría el frigorífico encontrando un resplandeciente y brillante filete de pollo empanado. Ese tipo de hambre que,tras ser saciada,te deja narcoleptico en la cama. Pues igual con los bebés.
Uno va asombrándose con las pequeñas cosas que hace una criatura de pocas semanas e intenta ponerle nombre.
Por ejemplo, al acto de comer de la teta y dormirse posteriormente sin más dilación lo denomino "comuerme".
Al acto de bostezar y tener hipo al mismo tiempo lo denomino "bostipo".
Igual que el hecho de bostezar y estar comiendo lo llamo "bostiendo".
Uno va asombrándose con las pequeñas cosas que hace una criatura de pocas semanas e intenta ponerle nombre.
Por ejemplo, al acto de comer de la teta y dormirse posteriormente sin más dilación lo denomino "comuerme".
Al acto de bostezar y tener hipo al mismo tiempo lo denomino "bostipo".
Igual que el hecho de bostezar y estar comiendo lo llamo "bostiendo".
Otra de las cosas que va uno aprendiendo son sus momentos de dormir. Por mucho que oigáis a los abuelos/as eso de "no le cojas, que se acostumbra a los brazos" os remito a lo que dice el pediatra Carlos González, un bebé de escasas semanas no sabe lo que son unos brazos pero si el confort y el calor que aportan los brazos de sus padres. De todos modos, creo que no pasa nada por dar cariño al bebé, más bien todo lo contrario.
Para hacer más fácil esa tarea hay unas estupendas mochilas portabebés. Son cómodas y te permiten mover los brazos, y el bebé se siente lo suficientemente recogido y cómodo como para dormise plácidamente. Pero en ocasiones hay pequeños inconvenientes...
Me puse al niño en la mochila, sobre todo para que su madre pudiera dormir y descansar. Pero una vez que se durmieron los dos, un proceso biológico natural me vino de repente. Ya sabéis lo que pasa con el café del desayuno. Cuando uno tiene que sacar la leña al patio con urgencia uno ve con mayor claridad pero en ese momento...no me pareció bien despertar a mi pareja dejándole al niño, ya que estaba descansando, por lo que...no tuve más remedio que ir al WC con él en la mochila. Ni se enteró, eso por las veces que yo tengo que ver su caca. Aunque pienso que es probable que me arrepienta y luego cuando tenga dos o tres años irá conmigo al baño privándome de toda intimidad.
Otro cambio brutal son las canciones que uno se inventa para dormirle. Las mías están adornadas de esos ecos que provienen de los estadios de fútbol. Por ejemplo "Este chiquitín,--- tiene que dormir".
O "Pezón, pezón, pezón, hemos venido a por la teta,el biberón nos da igual"
Y el cambio más brutal es el ritmillo que uno adquiere meciendo el carrito para que se duerman. Uno llega a provocar mini temblores lo suficientemente buenos como para que abrace a Morfeo. El problema es que ese ritmo se te queda en otras tareas cotidianas. Me sorprendí a mi mismo meciendo el carrito del supermercado ...y encima los tomates no se dormían.
En fin, tras estas primeras semanas es verdad que la vida cambia. Pero, sin duda alguna, A MEJOR.
Y el cambio más brutal es el ritmillo que uno adquiere meciendo el carrito para que se duerman. Uno llega a provocar mini temblores lo suficientemente buenos como para que abrace a Morfeo. El problema es que ese ritmo se te queda en otras tareas cotidianas. Me sorprendí a mi mismo meciendo el carrito del supermercado ...y encima los tomates no se dormían.
En fin, tras estas primeras semanas es verdad que la vida cambia. Pero, sin duda alguna, A MEJOR.
viernes, 27 de febrero de 2015
MANUAL DE UN PADRE NOVATO. EMBARAZO PARTE 2.
Semanas 30 a término.
Uno quiere que las cosas que transcurran lentamente y sin problemas. Pero, en ocasiones, surgen problemas no previstos. Uno de los que puede suceder en el embarazo es la placenta previa oclusiva. No es un grupo de la movida madrileña de los años 80. Tecnicismos apartes se trata de un órgano efímero que recubre el feto y que, cuando es oclusiva, impide la salida natural por el orificio adecuado. Ya puedes poner señales, luces de neón, etc que no va a servir de nada. Imposible.
Lo peor de este tipo de casos es que cualquier mínimo esfuerzo conlleva un riesgo de sangrado en la zona. Y eso es lo que nos sucedió en la semana 30. Las caras de ilusión y emoción se transforman en miedo, impotencia, acojone. Todo ello de proporciones gigantescas, hercúleas, inmensas...da igual el calificativo que se adjunte, se queda corto.
Pese a que en el peor de los casos el niño tuviera que ser sacado del vientre de su madre, podría conllevar muchos problemas para el desarrollo del feto, además de estar mucho tiempo en la incubadora y sin tener maduros sus órganos vitales, principalmente los pulmones.
Ya en el hospital los profesionales sanitarios (mil millones de gracias, por cierto) nos dijeron que los sangrados con ese tipo de placenta son frecuentes en el algún momento del embarazo.
Por suerte, solo tuvimos que pasar un fin de semana en el hospital con todos los gastos pagados y sin más complicaciones que estar "durmiendo" en un recinto hospitalario. Y hacer la previa para cuando nazca el niño.
Por desgracia, lo complicado venía a partir de la llegada a casa. Reposo (más que) relativo de la madre y acompañada siempre de una persona para que no estuviera sola y en el caso de un nuevo sangrado ir corriendo ipso facto al hospital.
Esas semanas son duras. Muy duras. Uno se tiene que multiplicar, por dos o tres, tener más brazos que Shiva y pedir favores, a familia, amigos...y restringir sus salidas, por lo que se hace un previo para cuando nazca el niño y no se pueda salir de casa por la noche (va a nacer en invierno).
Sin embargo esos momentos se hacen más livianos y llevaderos cuando, además de la inestimable ayuda de la familia y amigos que están a su alrededor, también, desde la distancia, uno recibe regalos, cariño y notas que te envuelven en un abrazo enternecedor.
Un gran regalo “basuras”.
La clave era aguantar hasta la semana 34, cuanto menos. Ese era el objetivo, la meta a la que llegar, parecían pocas semanas, pero un mes que se pasa extremadamente lento, que tras el susto previo, uno quiere que el tiempo pasé rápido pero seguro.
Pasadas esas semanas solo queda concretar la fecha de salida, la fecha de la evacuación, el momento de decir al niño "...ven hacía la luz". Y como no puede salir por el sitio natural se tiene que programar una cesárea.
Y ese momento se confirma en un “Libro de cesáreas”. Es verdad que se pierde el romanticismo de salir a toda prisa con el coche, sacar un pañuelo blanco (qué imagen más ochentera) y aguantar los apretones de mano y desgarradores gritos de la mujer parturienta.
Pero por otro lado, al ser mi mujer y yo de dos lugares diferentes, separados geográficamente por cientos de kilómetros, puede organizarse una excursión de los abuelos paternos para que vean la cara a su primer nieto varón.
Por lo demás, el día señalado, ese mágico 29 de diciembre, se llevan a tu mujer a que le realicen una incisión y sacar al niño (por cierto otro pequeño consejo, no veáis la serie “The Knick” ni videos de cesáreas hasta que no salga el bebé. De nada) mientras tú te quedas fuera esperando noticias y calmando los nervios a base de fortalecer la mandíbula masticando tres millones de chicles y morderte las uñas, padrastros y toda piel que circunde los dedos.
Hasta que oyes las palabras mágicas…el marido de…y pasas a una sala, y una señora vestida de verde te dice muy seriamente que ahora eres el responsable de ese pequeño ser que llora y tiene ese color tan tiernamente blanquecino, y tú, abotargado por la falta de sueño y porque quieres estar junto a él, y emocionarte, y, por qué no, soltar alguna lagrimilla, dices que sí, que tú eres el tío más responsable del mundo, y menos mal que no está tu madre cerca para desdecirte, y que firmas lo que sea, con sangre si hace falta, pero ya.
Y aquí empieza otra aventura.
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